Las cadenas suelen hacernos pensar en esclavitud, aislamiento, represión y castigo. Pero también es cierto que nos ayudan a movernos, nos pueden servir de adorno y están presentes en nuestro día a día en multitud de máquinas aunque no pensemos mucho en ello. Seo Young Deok es un artista de Corea del Sur que hace uso de diferentes tipos de cadenas para crear unas esculturas impresionantes.
Hasta hace poco se podía ver su última exposición, Dystopia, en el INSA/Arko Art Centre de Seúl, una serie de esculturas de formas humanas hechas con cadenas. Lo primero que llama la atención es el nivel de detalle que tienen los cuerpos, aparte del descomunal tamaño de algunas de las piezas. La esculturas proyectan una fuerza tremenda y más que personas uno diría que son recreaciones de dioses, así son de imponentes.
Pero no son dioses. Como dice Tcheon-Nahm Park, Curador Jefe en el Sungkok Art Museum de Seúl, a Seo Young Deok lo que le preocupa es el cuerpo humano, “para él lo esencial es el hombre, tan importante como para no preocuparse por la escultura o la historia que hay detrás, es el hombre el motivo de su trabajo”.
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